lunes, 15 de diciembre de 2008

Huracán (meteorología)

Huracán Isabel
Los huracanes son movimientos de masa de aire fuertes que se forman en el aire y suelen provocar vientos con velocidades superiores a 100 km/h pero pueden alcanzar los 400 km/h. Aunque con frecuencia llegan a ser altamente destructivos, los huracanes forman parte importante del sistema de circulación atmosférica, que provoca el movimiento de calor de las regiones cercanas al Ecuador hacia mayores latitudes.



Formación
Aunque aún no se comprende a la perfección el proceso, se puede decir que la formación de un huracán precisa, por lo menos, tres factores:
Que la temperatura del agua del mar sea superior a 27/28 ºC generando una rápida evaporación y condensación en las capas superiores.
Que la cuantía de la evaporación dé lugar a un centro de baja presión, de anchura intermedia y de gran proyección vertical.
Que exista una continua entrada de aire más frío en las capas altas como consecuencia, de vientos alisios.

Paso del Huracán Iván entre la Península de Yucatán y Cuba
Disipación
Un huracán puede perder sus características tropicales en diferentes formas:
Al tocar tierra, la tormenta pierde el contacto con el agua cálida que necesita para seguir su desarrollo y rápidamente se debilita. Muchos ciclones muy poderosos se desintegran rápidamente en áreas de baja presión a uno o dos días de tocar tierra. Sin embargo, hay posibilidades de que un huracán se pueda regenerar si logra volver a salir a mar abierto. Si una tormenta pasa por un área montañosa, se debilitará rápidamente aunque el contacto sea breve. Esta última es, sin embargo, la causa de muchas muertes relacionadas con huracanes, ya que la tormenta traería lluvias torrenciales que pueden desencadenar deslizamientos.
El huracán permanece mucho tiempo en una misma área de agua, consumiendo todo el calor superficial disponible.
El huracán experimenta cizalladura, que provoca una pérdida de dirección de la convección desintegrando su estructura
Si la tormenta es débil, puede ser absorbida por otra área de baja presión, con la que se fusionaría para formar un área mayor de tormentas no-ciclónicas.
El huracán se traslada a aguas más frías, pierde sus características tropicales y se convierte en un ciclón extratropical.
Aun después de que un ciclón haya perdido sus características tropicales o se haya disipado, puede producir vientos poderosos y lluvias copiosas.



Huracanes más peligrosos de la historia
El más conocido por su tamaño y poder, fue el Huracán Gilberto, que azotó la península de Yucatán, golpeando fuertemente al estado de Quintana Roo. Con una presión de 888 milibares, es el segundo huracán más poderoso del Océano Atlántico conocido en la historia, siendo superado solo por el Huracán Willma que azotó la misma región en el 2005, aunque se debilitó antes de tocar tierra. Wilma, se convirtió en una fuerte tormenta tropical a las 5 a.m. el 17 de octubre, siendo este el primer huracán de la historia en recibir un nombre cuya letra inicial fuese "W" desde la denominación alfabética que comenzó en 1950, y empatando el récord de más tormentas en una temporada que hasta ahora tenía la de 1933. El mecanismo de la tormenta fue debido a que al moverse lentamente por las aguas cálidas fue reforzándose contínuamente hasta que se convirtió en un huracán el 18 de octubre. Este hecho lo hizo el 15º huracán de la temporada, empatando el record establecido en la temporada de 1969


Inundación

Inundación en Fort Wayne, 1982
Una inundación es la ocupación por parte del agua de zonas que habitualmente están libres de ésta, bien por desbordamiento de ríos y ramblas, por subida de las mareas por encima del nivel habitual o por avalanchas causadas por tsunamis.
Las inundaciones fluviales son procesos naturales que se han producido periódicamente y que han sido la causa de la formación de las llanuras en los valles de los ríos, tierras fértiles donde tradicionalmente se ha desarrollado la agricultura en vegas y riberas.
En las zonas costeras los embates del mar han servido para modelar las costas y crear zonas pantanosas como albuferas y lagunas que, tras su ocupación antrópica, se han convertido en zonas vulnerables.



Causas principales de las inundaciones
La principal causa de las inundaciones fluviales suelen ser las lluvias intensas que, dependiendo de la región, se producirán en función de diversos factores meteorológicos.
En el área mediterránea se da el fenómeno de la gota fría, que es un embolsamiento de aire a muy baja temperatura en las capas medias y altas de la atmósfera que, al chocar con el aire cálido y húmedo que asciende del mar, provoca intensas precipitaciones y la posterior inundación.
En Asia oriental la principal causa de las crecidas fluviales son las lluvias torrenciales causadas por el monzón, asociadas muchas veces con tifones. Se presentan en verano y afectan a amplias zonas entre las que destaca el golfo de Bengala, zona de mayor precipitación media del globo.
Los huracanes son una versión caribeña de los tifones, que asolan temporalmente la región del golfo de México causando inundaciones por las olas, de hasta ocho metros, asociadas a los fuertes vientos, y por las lluvias intensas motivadas por la misma baja térmica. También las tormentas tropicales suelen causar lluvias muy fuertes.
Subidas bruscas de temperatura pueden provocar crecidas en los ríos por la rápida fusión de las nieves, esto se da sobre todo en primavera, cuando el deshielo es mayor, o tras fuertes nevadas en cotas inusuales, que tras la ola de frío se funden provocando riadas.
Los maremotos o tsunamis como posible causa de una inundación, ya que el sismo marino provoca una serie de ondas que se traducen en olas gigantes de devastador efecto en las costas afectadas. Estas catástrofes se suelen dar en el área del Pacífico, de mayor actividad sísmica.
Las inundaciones no son ajenas a la ocupación del suelo. El caudal de los ríos es normalmente muy variable a lo largo de los años. En efecto, la hidrología establece para los ríos una gama de caudales máximos asociados al tiempo de retorno. Generalmente las poblaciones locales, cuando hace mucho tiempo que se encuentran asentadas en el lugar tiene conocimiento de las áreas ocupadas por las avenidas del río, y así respetan el espacio de este, evitando las inundaciones de sus centros poblados.
Además otra de las causas poco conocidas son los malos olores que desprende mojino, estos olores provocan el derretimiento de los polos y por tanto inundaciones a escala mundial, es el comunmente llamado “Efecto Invernadero”

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